-Yo no le veo nada de malo. El amor es vulnerabilidad. El amor es entrega, por ende es vulnerabilidad. Así que me parece una gran cualidad que seas vulnerable. De lo lindo quedan recuerdos y del dolor se aprende. Todo pasa.
viernes, 28 de junio de 2013
Conversaciones entre una incomprendida y un sobreentendido
-Me pinto segura, pero la inseguridad me carcome, me hace frágil. Ser susceptible tiene sus ventajas: se es susceptible a las cosas lindas y se las siente más plenas, así como se es susceptible a las cosas tristes y duelen más. Mi sensibilidad es mi don y mi condena.
miércoles, 27 de febrero de 2013
Yes!
"Irradiás amor"
me dijiste
Tu mirada sincera
Tu sonrisa dulce
"Irradiás amor"
me dijiste
La voz decidida
La frente en alto
Y todo los otros cumplidos
parecieron eclipsarse
tras esas dos palabras mágicas
"Irradiás amor"
me dijiste
Cuano estaba perdida
me reencontraste
e iluminaste
el pozo sin fondo de mi autoestima
"Irradiás amor"
me dijiste
¡Y que ironía de la vida!
La que se enamoró,
fui yo
" (...) No era posible que por la falta de
una brújula universal el tiempo cubriera de otoño a los canallas que siguen
regando dolor como si empuñasen mangueras. No se trataba de un resentimiento
enfermizo, como alguien podría asegurar con ligereza, sino sed de justicia. Los
delincuentes de hace poco o sus discípulos de ahora nos empujan con risas en el
comienzo del nuevo milenio, como si el planeta fuese un carnaval de
perversiones. Están imponiendo la convicción de que todo es banal,
especialmente el derecho y la vida. Son iluminados que prometen el paraíso e
instalan el infierno.
Apelan a la religión, el nacionalismo, las etnias, el idioma,
incluso las anémicas ideologías. Cualquier recurso sirve; los anacrónicos, más.
Mientras tanto, hablan del amor —a Dios, a su pueblo, a su cultura, a su país,
a sus tradiciones—, pero segregan odio. Litros de odio."
Los Iluminados, Marcos Aguinis
martes, 26 de febrero de 2013
Hoy hace cuatro años
tenía lugar
una tarde muy particular
garcioso que en ese entonces
-tan cercano, tan lejano-
no supiésemos
el antes y el después
que para nosotros significó
y es que tan pocas veces uno sabe
con certeza
que ese día
puede ser la visagra
entre lo que somos
y lo que podemos ser
de fondo escucho
"pero dos que se quieren, se dicen cualquier cosa"
y pensar que antes -ingenua de mi- sólo pensaba que se refería a cosas lindas
pero "un corazón no se endurece porque si", no?
con una sonrisa amarga, hoy entiendo esa segunda parte
pero hoy me conformo
con que nos recordemos sin rencor
tenía lugar
una tarde muy particular
garcioso que en ese entonces
-tan cercano, tan lejano-
no supiésemos
el antes y el después
que para nosotros significó
y es que tan pocas veces uno sabe
con certeza
que ese día
puede ser la visagra
entre lo que somos
y lo que podemos ser
de fondo escucho
"pero dos que se quieren, se dicen cualquier cosa"
y pensar que antes -ingenua de mi- sólo pensaba que se refería a cosas lindas
pero "un corazón no se endurece porque si", no?
con una sonrisa amarga, hoy entiendo esa segunda parte
pero hoy me conformo
con que nos recordemos sin rencor
sábado, 16 de febrero de 2013
Un día, así, sin avisar, me topé con un conflicto. Y así suele ser, no? Irrumpen de improviso en un día, podría decirse corriente y nos dejan sin aliento. Pocos son los que amablemente -o no tanto- nos tocan la puerta para darnos una mínima ventaja previsiva y muchos menos los hay que te manden un mensajito de "estoy abajo" para ir haciéndote a la idea.
Pero bueno, resulta que este conflicto ni me tocó la puerta, ni me mandó un mensajito. No, este cayó de prepo, a las trompadas. Y me dejó desorientada, angustiada, frustrada y muchos otros "ada" fáciles de imaginar. Y ante tantos adjetivos descriptivos negativos -traducidos en mi cuerpo como espantosas sensaciones- me dirijo directamente al mar, situado exactamente a una cuadra de distancia del paradero de la mala noticia.
Siento la arena tibia en mis pies, el aire salino en la cara. Contemplo el océano y su inmensidad y su belleza y su fuerza... ¡Que increíble sos naturaleza! ¡Vos tan grande y perfecta, nosotros tan pequeños y llenos de errores! Decido ahondarme en tan magníficas profundidades, tambalearme al son de las olas, dejar que el agua salada ahogue todos mis poros, que su violencia tire de mis extremidades de un lado a otro. Y cuando sumergo la cabeza: silencio. El silencio mas puro e inquebrantable. Solo escucho el sonido de mis latidos en los oídos, el del aire escapándose por mi garganta. La realidad me es ajena, la gravedad misma se ha olvidado de mi. Mi cuerpo es una pluma que flota a la deriva. Y entonces comprendí todo: solo somos eso, simples plumas flotando a la deriva movidas por fuerzas superiores. Podemos luchar, tomar decisiones acertadas y erróneas, pero jamás controlaremos el curso de nuestras vidas. Somos simples átomos parte de esta molécula terrestre que conforma una mínima parte del universo celular.
Mi cabeza resurge; lleno los pulmones de oxígeno. La vida sigue, la vida duele, la vida es linda.
Pero bueno, resulta que este conflicto ni me tocó la puerta, ni me mandó un mensajito. No, este cayó de prepo, a las trompadas. Y me dejó desorientada, angustiada, frustrada y muchos otros "ada" fáciles de imaginar. Y ante tantos adjetivos descriptivos negativos -traducidos en mi cuerpo como espantosas sensaciones- me dirijo directamente al mar, situado exactamente a una cuadra de distancia del paradero de la mala noticia.
Siento la arena tibia en mis pies, el aire salino en la cara. Contemplo el océano y su inmensidad y su belleza y su fuerza... ¡Que increíble sos naturaleza! ¡Vos tan grande y perfecta, nosotros tan pequeños y llenos de errores! Decido ahondarme en tan magníficas profundidades, tambalearme al son de las olas, dejar que el agua salada ahogue todos mis poros, que su violencia tire de mis extremidades de un lado a otro. Y cuando sumergo la cabeza: silencio. El silencio mas puro e inquebrantable. Solo escucho el sonido de mis latidos en los oídos, el del aire escapándose por mi garganta. La realidad me es ajena, la gravedad misma se ha olvidado de mi. Mi cuerpo es una pluma que flota a la deriva. Y entonces comprendí todo: solo somos eso, simples plumas flotando a la deriva movidas por fuerzas superiores. Podemos luchar, tomar decisiones acertadas y erróneas, pero jamás controlaremos el curso de nuestras vidas. Somos simples átomos parte de esta molécula terrestre que conforma una mínima parte del universo celular.
Mi cabeza resurge; lleno los pulmones de oxígeno. La vida sigue, la vida duele, la vida es linda.
Hace días que intento escribir una experiencia reciente. Lo intenté todo: poema, historia, microrelato. Nada me convence, ningún estilo logra reflejar lo que sentí, lo que ese momento significó para mi. Y no es la primera vez que me pasa algo de este estilo. Fue ahí que descubrí que hay momentos que están hechos especialmente para que uno lo viva y lo atesore adentro suyo. Hace poco leí un libro que rezaba "el que puede decir cómo arde sólo sufre un fuego pequeño". Y será que cuanto más se siente, menos son las palabras precisas que transmitan la dimensión de las sensaciones, no?
jueves, 14 de febrero de 2013
sábado, 26 de enero de 2013
Te acordás cuando dijiste:
"Si digo yo, digo vos"
Y ahora te fuiste,
Llevandome a tu paso
Y no soy tan yo
Ni tan vos
Ni tan nadie
Ni mi boca
Ni mi pelo,
Ni mi aspecto
Me distraen de ese par de ojos inquisidores fijos en el espejo
Simplemente yo frente a mi misma;
Simplemente una desconocida buscando identificarse con la imagen que el espejo le devuelve.
La eterna lucha entre la imagen y el ser
Vitácora de la capitana
Irse a dormir con una sonrisa y sin pensar y despertarse con otra sonrisa y esperanza.
Vamos mejorando.
Vamos mejorando.
Una de la mañana y tres amigos -dos mujeres, un varón- a las carcajadas en el colectivo. Perfectamente sobrios, embriagados no más de ideas flasheras y ansias de sentir que nada en el mundo puede contra ellos en ese momento, porque ¿qué malo puede pasarle a tres adolescentes tentados y felices en una noche de viernes veraniego? La demás gente del transporte público los observa; algunos se ríen contagiados, otros simplemente los ignoran y hay quienes los observan con mala cara. Pero, después de todo, lo que realmente desean en su interior es poder ser esos tres locos tentados: reírse hasta el llanto de algún chiste/idea que ya ni clara está, saber que en ese momento son plenamente felices, sin importar nada que no sea ese viaje en bondi, esa joda, esa risa incontenible y poder mirarse en los ojos y saber que ese momento es único, irrepetible y mágico, que son jóvenes y que en ese instante nada puede interferir en ese limbo de complicidad y amistad para toda la vida.
Media hora más tarde, aquellos fieles emisarios de juventud y sonrisas se bajan. Y a su paso dejaron a un público que, aunque seguramente aliviado, comienza a extrañar aquellos agentes de conciencia colectiva que, por alguna jugada del destino, fueron designados a ese colectivo para recordarle a ese grupo de usuarios la magia de la risa desenfrenada, la amistad, la complicidad y la juventud.
Media hora más tarde, aquellos fieles emisarios de juventud y sonrisas se bajan. Y a su paso dejaron a un público que, aunque seguramente aliviado, comienza a extrañar aquellos agentes de conciencia colectiva que, por alguna jugada del destino, fueron designados a ese colectivo para recordarle a ese grupo de usuarios la magia de la risa desenfrenada, la amistad, la complicidad y la juventud.
jueves, 10 de enero de 2013
Graan observación encontrada en otro blog, vale la pena
Las mujeres. Seres extraños, que fuimos centro de
inspiración en la literatura, en generar locura en el mundo, caracterizadas por
no poder ser entendidas por el género opuesto. Así, generamos arte. Arte que se
ve, y que se escucha.
Somos víboras, somos arañas, somos ángeles, somos miel. Nos hacen perfiles de
tipos de mujer constantemente que te encasillan en una etiqueta según ciertas
características que tenés. Y experimentando arte, expresando sentimientos
acerca de algún amorío con alguna de nosotras, dos autores crearon dos nuevos
perfiles de mujer. Binomizando, en mi opinión, estos dos perfiles contrapuestos
pueden representarnos a todas las mujeres en su totalidad. Las mujeres somos
santurronas o wachas piolas.
La santurrona es muy fácil de ser definida. Al principio de la obra el autor
nos provee con una definición muy explícita y clara acerca de lo que es una
santurrona: “la academia de la lengua española la define como wacha ke se hace
la santita pero es una flor de turrita!!!”. La santurrona, es aquella mujer que
le es constantemente fiel al comportamiento esperado por la sociedad acorde a
su género. Es reservada y vergonzosa, le da vergüenza mostrar su busto “las
gomas” y sus glúteos “la burra”. Es por eso que el emisor le debe insisitir
constantemente a desenvolverse sexualmente exclamándole “dale dale dale dale”
“moveme esas gomas” “moveme esa burra” y otros derivados. Pero, la
santurrona no quiere hacer eso, ella es una lady, una dama. Aunque su deseo
probablemente sea responder de manera positiva a los amables pedidos del
emisor, aunque probablemente ella quiera mover las gomas y la burra, no puede
ceder a perder su dignidad como mujer. Ella decide ocultar su parte “turrita”,
su inconsciente, su deseo sexual. Es por eso que es una santurrona, porque
respeta la imagen esperada por la sociedad de que sea una santa, pero en el
fondo es flor de turra.
Ahora bien, el autor de “Una wacha piola” no fue tan generoso de proveernos la
definición de wacha piola de la real academia de la lengua española. Pero
podemos ver a lo largo de la canción que ella es totalmente opuesta a la
santurrona. La wacha piola “se descontrola”. Perturbado, sorprendido, el autor
acota “Cuando yo me la arranco ella
siempre me pide mas”. La wacha piola toma la iniciativa. Es esa mujer que no le
importa el qué dirán, ni la supuesta “dignidad femenina”. La wacha piola
probablemente sea una socióloga feminista: sabe que el género es algo
construido y que la “dignidad” esperada no es otro de los tantos mecanismos
para que la sociedad siga siendo patriarcal. Es por eso que decide olvidarse de
todo eso, ella toma el control en la relación. Y como es la mujer la que tiene
el poder, esto llama la atención de su pareja o más vulgarmente llamado por
ella “chongo”. Él exclama “Y nunca he sentido nada como esto en mi vida”. Lógico, en una sociedad patriarcal,
probablemente él nunca había tenido contacto con una mujer que tomara el
control de la relación. La wacha piola no esconde la turra que lleva adentro
como la santurrona, ella decide exponerla, ella es capaz de escribirse en la
frente “soy una turra, ¿y qué?”.
Dicen que los extremos nunca son buenos, pero siempre podemos tomar un poco de
cada uno. Para ser mejores personas debemos aprender un poco de las
personalidades que marcan al mundo, de las que creemos que tienen algo para
darnos para crecer un poquito más. Tengamos el cuidado de la santurrona cuando
sea necesario, pero nunca nos olvidemos de la wacha piola interior que siempre
va a estar.
Conversación entre dos brokenhearted II
-Que garcha es el amor boludo
-Y si, cuando es lindo es lo más lindo y cuando sale mal, duele como pocas cosas
-Demasiado diría yo
-Si, pero seme sincera, sabiendo todo esto, te volverías a enamorar?
-Sin lugar a dudas
-....
-Que hijo de puta
Otra noche de insomnio
Agostina se encontraba sentada frente a una vieja máquina de escribir -el sueño de cualquier escritor amateur-. Las yemas de sus dedos apenas rozaban las negras teclas con gastadas letras amarillentas estampadas en ellas, huellas del uso y del paso del tiempo. Y es que es eso lo que a Agostina más le entusiasmaba de todo este asunto. Esas ansias de sentir una corriente súbita de inspiración, un brote de tecleo intenso; fruto de las historias que ese mágico aparatejo susurra a sus dedos sedientos de palabras precisas y adjetivos exactos. Deseaba dejarse seducir por el traqueteo de las teclas violentas contra el papel suave y que el ruido naciente del final de cada hoja aclare un poco el torbellino de ideas y el laberinto de sentimientos que fue acumulando a lo largo de su vida. Sencillamente quería sentir fluir las ideas que a ella, en esas noches interminables de insomnio, se le escapaban con la llegada del tan esperado sopor somñoliento.
Y para cuando se dio cuenta, se hallaba sumida en un limbo de preguntas y respuestas que a menudo acudían a su mente y que, al fin, iban tomando cierta forma -si es que alguna vez ese tipo de preguntas y respuestas se pueden considerar definitivamente formuladas -:
Por ejemplo... ¿Por qué al humano le atraían tanto los objetos antigüos? Quizás por sentir que también formó parte de la vida de alguna otra persona, en algún período histórico muy diferente al actual. Será que nos depiertan curiosidad -esa llama que toda persona encierra y que es la impulsora de tantos acontecimietnos en nuestra vida- los secretos que tal objeto pueda encerrar... Testigo de momentos cúlmines, cómplice de insignificantes decisiones que definieron el destino de algún alma pasajera... Y nos sentimos irracionalmente especiales por formar parte de una historia tan lejana pero probablemente actual de alguien, porque -y eso le recuerda- ¿ acaso no vivimos repitiendo la historia siglo tras siglo? Los humanos somos reacios al cambio y parece ser que nos encariñamos con la famosa piedra con la cual tropezamos una y otra y otra vez. Y los impulsores, después de todo, tampoco cambian: el poder, el dinero, la admiración. En fin, la codicia. Pero, no puede evitar preguntarse de todos modos, ¿qué es toda la riqueza del mundo sin algo detrás? Sin la real estima, el auténtico afecto de alguien. Todos sabemos que las historias que perduran a lo largo de los años son aquellas donde el amor es protagonista, amo y señor.
Agustina se detiene: no se permite entrar en ese tópico tan peligroso para alguien que goza de escribir como ella. El límite entre melodrama, cursilada y resentimiento es demasiado delgado y tentador como para mantenerse objetivo. Y, convengamos -piensa mientras se sonríe- ¿quién es objetivo cuando de amor se trata?
Se separa violentamente de la máquina de escribir. Segunda vez que escribe esa odiosa palabra. Mejor dejarse de preguntas, trances mísiticos y preguntas ridículas. Mejor no pensar, no decir, no escribir. Relee su bosquejo de ideas: siempre tan irresueltas, tan ensimadas, tan queriendo ser todo y transmitiendo nada. Se envalentona y mira la hoja tipeada, su mejor reflejo, y descubre su gran error: no se atreve a profundizar en serio, a llegar al origen de sus preguntas y respuestas.
Agustina re ríe y se resigna; ¿es que es tan insoportablemente inevitable que atrás de todo siempre se esconda una historia de amor?
Agustina se detiene: no se permite entrar en ese tópico tan peligroso para alguien que goza de escribir como ella. El límite entre melodrama, cursilada y resentimiento es demasiado delgado y tentador como para mantenerse objetivo. Y, convengamos -piensa mientras se sonríe- ¿quién es objetivo cuando de amor se trata?
Se separa violentamente de la máquina de escribir. Segunda vez que escribe esa odiosa palabra. Mejor dejarse de preguntas, trances mísiticos y preguntas ridículas. Mejor no pensar, no decir, no escribir. Relee su bosquejo de ideas: siempre tan irresueltas, tan ensimadas, tan queriendo ser todo y transmitiendo nada. Se envalentona y mira la hoja tipeada, su mejor reflejo, y descubre su gran error: no se atreve a profundizar en serio, a llegar al origen de sus preguntas y respuestas.
Agustina re ríe y se resigna; ¿es que es tan insoportablemente inevitable que atrás de todo siempre se esconda una historia de amor?
jueves, 3 de enero de 2013
Conversación entre dos brokenhearted
-Tengo un nudo en el pecho que amenaza con ahogarme
-Precisamente, de tanto tragarlo, se me estacionó ahí
-Tiene algo que ver con ese horrible nudo en la garganta?
-Precisamente, de tanto tragarlo, se me estacionó ahí
This is how it works: You're young until you're not, you love until you don't, you try until you can't, you laugh until you cry, you cry until you laugh and everyone must breathe until their dying breath...
No, this is how it works: You peer inside yourself, you take the things you like, and try to love the things you took, and then you take that love you made, and stick it into some, someone else's heart, pumping someone else's blood and walking arm in arm, you hope it don't get harmed but, even if it does,you'll just do it all again!
No, this is how it works: You peer inside yourself, you take the things you like, and try to love the things you took, and then you take that love you made, and stick it into some, someone else's heart, pumping someone else's blood and walking arm in arm, you hope it don't get harmed but, even if it does,you'll just do it all again!
R.S.
Por los que se fueron. Por los que están. Por
los que salen y entran en esta grandísima historia que es nuestra vida.
Por los que vinieron para quedarse y por los que están por venir. Por todos los grandes y tristes momentos que nos tocó vivir y, en especial, por los que se vienen. Por
todos ellos: feliz año!

sábado, 29 de diciembre de 2012
"Jesus waited THREE days to come back to life. It was perfect! If
he had only waited ONE day, a lot of people wouldn’t have even heard he died. They’d be all, “Hey Jesus, what up?” and Jesus would probably be like, “What up? I DIED yesterday!” and they’d be all, “Uhh, you look pretty alive to me, dude…” and then
Jesus would have to explain how he was resurrected, and how it
was a miracle, and the dude’d be like “Uhh okay, whatever you
say, bro…” And he’s not gonna come back on a SATURDAY. Everybody’s busy, doing chores, workin’ the loom, trimmin’ the beard, NO. He waited the perfect number of days, THREE. Plus
it’s SUNDAY, so everyone’s in church already, and they’re all in
there like “Oh no, Jesus is DEAD”, and then BAM! He bursts in the
back door, runnin’ up the aisle, everyone’s totally psyched, and FYI, that’s when he invented the high five. That’s why we wait three days to call a woman, because that’s how long Jesus wants us to wait…. True story"
Barney Stinson
he had only waited ONE day, a lot of people wouldn’t have even heard he died. They’d be all, “Hey Jesus, what up?” and Jesus would probably be like, “What up? I DIED yesterday!” and they’d be all, “Uhh, you look pretty alive to me, dude…” and then
Jesus would have to explain how he was resurrected, and how it
was a miracle, and the dude’d be like “Uhh okay, whatever you
say, bro…” And he’s not gonna come back on a SATURDAY. Everybody’s busy, doing chores, workin’ the loom, trimmin’ the beard, NO. He waited the perfect number of days, THREE. Plus
it’s SUNDAY, so everyone’s in church already, and they’re all in
there like “Oh no, Jesus is DEAD”, and then BAM! He bursts in the
back door, runnin’ up the aisle, everyone’s totally psyched, and FYI, that’s when he invented the high five. That’s why we wait three days to call a woman, because that’s how long Jesus wants us to wait…. True story"
Barney Stinson
viernes, 28 de diciembre de 2012
viernes, 16 de noviembre de 2012
domingo, 21 de octubre de 2012
Son las 3 de la mañana y clara sigue dando vueltas entre las sábanas hasta que, de súbito y sin soportar más esos leves ataques de pánico que la dejan a la búsqueda desesperada de aire, se sienta y comienza a llorar. Clara escupe el llanto, vomita el llanto, grita el llanto. Se suena la nariz violentamente y tira los pañuelos con bronca al suelo. Hasta que se deja caer en el colchón agotada de llanto, exhalando llanto, temblando llanto. Y se hace un ovillo; se abraza a las rodillas y se aferra como si su vida dependiese de eso y es que su mundo se desmorona, ella se desmorona y se sostiene a si misma para no caer rota en pedazos. Se frota para sellar, al menos momentáneamente las rajaduras de su ser. Y así sobrevive noche tras noche hasta que logra, en algún suspiro, dejar ir tanto miedo, tanta bronca, tanta angustia; dejarse ir ella -porque lo sabe, a él nunca lo va a dejar ir-
martes, 16 de octubre de 2012
Hace un mes ya...
Hace ya tanto,
hace ya tan poco.
Y en el medio:
tantos miedos,
inseguridades,
planteos,
dudas,
recuerdos,
nuevas experiencias,
esperanzas,
especulaciones,
angustias,
y, por qué no, alegrías.
Hace un mes ya...
Hace ya tanto,
hace ya tan poco.
Sigue nuestra foto en la mesa,
tu remera de piyama,
tu muñeco en la cama.
Cadáveres vivientes
del amor que alguna vez
fue
es
será.
Hace un mes ya...
Hace ya tanto,
hace ya tan poco.
Pero algo es seguro:
jamás habrá un suficiente
para tanto olvido,
para tanto cierre.
lunes, 15 de octubre de 2012
Se dice de Mariana que, deprimida, es de buen beber. Pero no necesariamente se refieren a bebidas alcohólicas Salvo ciertos deslices, mariana se ahoga en agua. Ayer, sola, se tomó dos termos de mate, sin olvidarnos de su botellita de agua, compañera fiel e infaltable. Dice tener varias teorías sobre su comportamiento, algo así como las justificaciones que su inconsciente busca darle a su compulsiva manía:
El primero se basa en creer que de esta manera logrará disolver los nudos que se encuentran bien acomodados en su garganta, pecho y estómago.
La segunda, consideraba que Mariana lloraba demasiado y con tanta agua buscaba no deshidratarse.
La tercera, en contradicción con la anterior, establecía que mariana no lloraba lo suficiente y tomaba toda esa agua para poder llorar o al menos depurar su cuerpo de tanta angustia.
La cuarta, más romántica, creía que era la manera de mantener su boca
ocupada para que se abstenga de dar los besos que extraña.
La quinta, más poética, consideraba que era la manera de callarse tantas palabras confundidas.
La sexta, más oscura, constaba de creer que mariana buscaba llenar con tanta agua un poco de semejante vacío interior.
O quizás, simplemente tiene sed porque tiene sed y llora porque quiere llorar y se deprime porque esta triste.
Pero ¿no es un poco aburrido vivir por vivir?
El primero se basa en creer que de esta manera logrará disolver los nudos que se encuentran bien acomodados en su garganta, pecho y estómago.
La segunda, consideraba que Mariana lloraba demasiado y con tanta agua buscaba no deshidratarse.
La tercera, en contradicción con la anterior, establecía que mariana no lloraba lo suficiente y tomaba toda esa agua para poder llorar o al menos depurar su cuerpo de tanta angustia.
La cuarta, más romántica, creía que era la manera de mantener su boca
ocupada para que se abstenga de dar los besos que extraña.
La quinta, más poética, consideraba que era la manera de callarse tantas palabras confundidas.
La sexta, más oscura, constaba de creer que mariana buscaba llenar con tanta agua un poco de semejante vacío interior.
O quizás, simplemente tiene sed porque tiene sed y llora porque quiere llorar y se deprime porque esta triste.
Pero ¿no es un poco aburrido vivir por vivir?
sábado, 6 de octubre de 2012
¿Por qué leer poesía?
La poesía es un género literario conocido por muchos pero entendido por pocos. Para comenzar, a la poesía no hay necesariamente que entenderla; la poesía te entiende a vos. Se cuela por esos vacíos interiores y se acomoda a su gusto.
A mi parecer, habría que reformular la pregunta: ¿por qué no leer poesía?
Todos hemos tenido momentos en los que nuestros propios sentimientos nos superan, los pensamientos nos saturan y las decisiones nos acorralan. No conocí mejor remedio para tal enfermedad que un par de oraciones aleatorias de algún libro casual. Las palabras combinadas en sencillos versos nos acarician el alma; nos hacen sentir menos solos, más comprendidos. Son nuestras propias sensaciones puestas en las palabras que a nosotros se nos escapan.
Al humano la soledad lo aterra, la incomprensión también.
¿Por qué leer poesía?
Porque es la luz que ilumina el oscuro camino para entendernos y entender al mundo.
A mi parecer, habría que reformular la pregunta: ¿por qué no leer poesía?
Todos hemos tenido momentos en los que nuestros propios sentimientos nos superan, los pensamientos nos saturan y las decisiones nos acorralan. No conocí mejor remedio para tal enfermedad que un par de oraciones aleatorias de algún libro casual. Las palabras combinadas en sencillos versos nos acarician el alma; nos hacen sentir menos solos, más comprendidos. Son nuestras propias sensaciones puestas en las palabras que a nosotros se nos escapan.
Al humano la soledad lo aterra, la incomprensión también.
¿Por qué leer poesía?
Porque es la luz que ilumina el oscuro camino para entendernos y entender al mundo.
lunes, 24 de septiembre de 2012
La hescritora piensa que es divertido hacer de dios. Pero también agotador: lleva más de cinco horas mejorando su creación. Y aunque ya se ha tomado el whisky, se toma otro para celebrarlo. Sin duda, si hubiera tenido que crear el mundo entero, hubiera necesitado un montón de whisky. Tal vez fue eso lo que le pasó a Dios, con mayúsculas, piensa la hescritora. Debió marearse y si darse cuenta, no le salió tan perfecto como Él hubiera deseado. Sobre todo, si tuvo que crearlo en siete días. Ahora entiende por qué hay tantas injusticias, empezando por ella misma, que desearía amar a un hombre de carne y hueso y no lo encuentra.
domingo, 23 de septiembre de 2012
Él la ve; flechazo instantáneo, escalofrío en el cuerpo, estómago revuelto. Sentimientos encontrados.
Ella lo ve; siente una cosquilla, la ignora. Su mente vuela a kilómetros del lugar.
La noche pasa, las canciones pasan, los tragos pasan. Él, accidentalmente, la choca. Por primera vez ella no lo mira, lo ve. Sonríe. El juego empieza. El va y viene, el no-si-si-no, baile apretado, mente distante. Saben que no está bien, pero sus impulsos son más fuertes. Se buscan, se ignoran y se vuelven a buscar. Ella descarrila, él la frena. Ella se quiebra, él se desespera. ¿Qué hacer? ¿Que no hacer? Moral, códigos, Bien, Mal. Sus mentes adormecidas son un vertiginoso espiral de pensamientos, sensaciones e irracionalidades.
Pero la tentación es más fuerte y sus cuerpos colicionan en un beso violento; de bronca, de calentura, de angustias, de vacío, de necesidad. Se pegan, se separan y se siguen pegando al ritmo desesperado de sus cuerpos incomprendidos. Las pulsaciones se aceleran, las respiraciones son un nudo sin principio ni final. Y en medio de tan feroces instintos y de sensaciones tan nuevas, tan distintas (fielmente escoltadas por ansiedad y pánico) irrumpe la siempre, a nuestra costa, tercera en discordia -presente en cada acto de nuestra vida juzgándonos y martirizándonos- la mente.
A su pesar, se alejan. Una mirada alcanza para decir todo lo que el silencio no logre transmitir.
Él sale a tomar aire.
Ella prefiere quedarse a asfixiarse de gente y aturdirse de música.
Juntos en su conmoción y solos con su puñado de sentimientos, se pierden en la inmensidad de la noche y sus condenas (o redenciones?)
Ella lo ve; siente una cosquilla, la ignora. Su mente vuela a kilómetros del lugar.
La noche pasa, las canciones pasan, los tragos pasan. Él, accidentalmente, la choca. Por primera vez ella no lo mira, lo ve. Sonríe. El juego empieza. El va y viene, el no-si-si-no, baile apretado, mente distante. Saben que no está bien, pero sus impulsos son más fuertes. Se buscan, se ignoran y se vuelven a buscar. Ella descarrila, él la frena. Ella se quiebra, él se desespera. ¿Qué hacer? ¿Que no hacer? Moral, códigos, Bien, Mal. Sus mentes adormecidas son un vertiginoso espiral de pensamientos, sensaciones e irracionalidades.
Pero la tentación es más fuerte y sus cuerpos colicionan en un beso violento; de bronca, de calentura, de angustias, de vacío, de necesidad. Se pegan, se separan y se siguen pegando al ritmo desesperado de sus cuerpos incomprendidos. Las pulsaciones se aceleran, las respiraciones son un nudo sin principio ni final. Y en medio de tan feroces instintos y de sensaciones tan nuevas, tan distintas (fielmente escoltadas por ansiedad y pánico) irrumpe la siempre, a nuestra costa, tercera en discordia -presente en cada acto de nuestra vida juzgándonos y martirizándonos- la mente.
A su pesar, se alejan. Una mirada alcanza para decir todo lo que el silencio no logre transmitir.
Él sale a tomar aire.
Ella prefiere quedarse a asfixiarse de gente y aturdirse de música.
Juntos en su conmoción y solos con su puñado de sentimientos, se pierden en la inmensidad de la noche y sus condenas (o redenciones?)
Hoy exigo sueños dulces,
para espantar
dolores tan amargos.
Pero sólo tengo;
sábanas frías
para un cuerpo caliente
recuerdos idealizados
para una mente sedienta de olvido
miedos inseguros
para una personalidad ansiosa de renovación.
una vida en soledad
para otra, acostumbrada a la compañía.
¿Mi mundo?
Jamás tan frágil
Jamás tan fuerte
jueves, 13 de septiembre de 2012
P.: Name a wish, place it in your heart. Anything you want, everything you want.
L.: Do you have it? Good. Now believe it can come true. You never know when the next miracle can come from, the next smile, the next wish com true.
P.: But if you believe that it right around the corner. And you open your heart and mind to the possibility of it, to the certainty of it.
B.: You just may get the thing your are wishing for.
N.: The world is full of magic you just have to believe it. So make your wish. Do you have it?
H.: Good. Now believe in it with all you heart.
sábado, 1 de septiembre de 2012
Era una de esas tardes de domingo con sabor a mate lavado y restos de postre tardío, con la cabeza entre relajada por lo que fue y tensa por lo que se viene, que a Julián -ya a solas con el vacío de su departamento- le nació la irrefrenable necesidad de ir a un recital.
Porque él, ante el mínimo atisbo de monotonía, sinsentido, vacío y soledad, se le metía en la cama a la primera banda que se le cruzace en el camino. Era marido y amante de toda nota musical que le diese ritmo a su vida. Era así como, instantáneamente, se adentraba en la búsqueda de alguna presentación musical; los bares y teatros eran su salida más recurrente, pero los recitales de cancha eran su afición. Según él, la gente en los recitales se conectan con su escencia, son su versión más natural, protagonistas de cada letra, dueños de cada melodía que significó algo en su vida. No importa de dónde venís, ni a dónde vas, tu nombre ni tu apellido, están todos ahí con el mismo fin, con la misma expectativa. Son todos hermanos, gritándole al viento una parte de su ser. Y cuando prenden los encendedores, o celulares, se eriza cada pelo de su cuerpo... cada uno aportando una gota de luz a la oscuridad del mundo. Pero lo que Julián más disfruta, es cuando el cantante se vuelve director de orquesta y ellos y sus almas obedientes, sedientas de guía, se dejan llevar, dejando la vida en cada aullido. Se vuelven un coro de fuerza, que en esas tardes domingueras o en medio de insomnios que consumen, suenan en sus oídos como dosis de vida, recordándole la magnitud y el poder de la unión, la creencia y un par de notas musicales.
jueves, 9 de agosto de 2012
domingo, 22 de julio de 2012
Ya un mes, sin palabras
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"El peregrino es alguien que busca. Se pone en camino detrás de una esperanza. Cree que hay para él un lugar en el mundo. Y lo busca, aún sin saber bien qué es lo que lo empuja. O lo atre… Es un hombre que ama la vida y quiere vivirla con un para qué. Al ponerse en camino se expone a que el Dios de la vida le cambie el para qué de su existencia. Es un riesgo a la vez que lo desea, quizás también le teme. Por eso busca unirse a otros, para corajear…" 22-06-2012 |
miércoles, 11 de julio de 2012
¿Qué decir?
Hay hechos que escapan a nuestra lógica o entendimiento,
que por lo general nos parecen injustos, innecesarios,
por el simple hecho de que ni nuestra mente -ni nuestros
sentimientos- logran asimilar alguna razón
que justifique el vacío y la tristeza.
Habrá que consolarse pensando que por algo será, no?
Simplemente despedirse con un "hasta dentro de algún tiempo",
cerrar los ojos,
respirar hondo,
y en un suspiro que parece eterno, así como demasiado corto,
dejarte ir.
lunes, 9 de julio de 2012
"Portulinus y Blanca se han sentado, como siempre, bajo aquel
árbol para reincidir en un cierto diálogo dificultoso durante el cual él la
observa con apremio, refrenando la avidez en la punta de la lengua al hacerle
la pregunta que quema, ¿Nuestro árbol?, y experimentando un momentáneo alivio
al escuchar ratificar, Él árbol nuestro; ¿Tuyo y mío?; Tuyo y mío. ¿Tú y yo?,
Tú y yo; ¿Nosotros dos? Sí, amor mío, nosotros dos. La habilidad conciliatoria
del primer número par, el dos, repetido por ella día tras día bajo aquel mirto,
le devuelve a él tranquilidad (…). A él, el número dos le permite defenderse,
al menos durante el instante en que Blanca lo pronuncia, de esa insufrible
dualidad que se interpone como un hueco entre el cielo y la tierra, el
principio y el fin, el macho y la hembra, el árbol y la sombra, la pasión por
su esposa Blanca y la urgencia de escapar de su control."
-Delirio
Albert Camus once wrote, “Blessed are the hearts that can bend; they shall never be broken.”
But I wonder if there’s no breaking then there’s no healing, and if there’s no healing then there’s no learning. And if there’s no learning then there’s no struggle. But the struggle is a part of life.
So must all hearts be broken?
Lucas Scott
Albert Camus once wrote, “Blessed are the hearts that can bend; they shall never be broken.”
But I wonder if there’s no breaking then there’s no healing, and if there’s no healing then there’s no learning. And if there’s no learning then there’s no struggle. But the struggle is a part of life.
Parafraseando a un pibe en el bondi
“Cuando entro a la clase, todo cambia, me chupa la energía. Es como que ni bien nos sentamos en las sillas, cada uno adopta un rol de mierda. Se crea un clima horrible, incómodo. Es como si cada uno tuviese que cumplir con su papel, haciendo comentarios ácidos, creando una atmósfera desagradable. Te digo más, se me van las ganas de ir al colegio, es ir a pasarla mal. Me cansa tener que actuar así, es agotador y horrible hacer cosas que no son propias de uno, que el ambiente te fuerce y te lleve a ser alguien quién no sos.”
Y después hablamos de bullying…
Una
pregunta acompaña nuestros sueños, proyectos, encrucijadas, crisis y
experiencias de todo tipo: ¿cómo va a terminar esto? Confiamos, tememos, nos
entusiasmamos, dudamos, pero no podemos adelantar la respuesta. Hay que esperar
hasta el final. Cuando las cosas terminan bien solemos decir ¡yo sabía! ¿Pero
de veras lo sabíamos? Nunca se sabe. ¿Por qué nos preocupa conocer el final?
Porque sabemos cómo termina la vida: con nuestra muerte. Y esta certeza nos
impulsa a buscar garantías para el mientras tanto. Que nos digan que
reencarnaremos como reyes o reinas, que nos espera el paraíso, que hay otra
vida y es eterna, o que se descubrió la droga de la inmortalidad. Pedir y soñar
no cuesta nada, pero en el fondo sabemos que ese final no cambiará.
¿Qué
hacer, entonces? Cambiemos los finales que podemos. Contémonos historias con
finales felices. Dejemos el postre para lo último, compremos lo que sea en 60
cuotas, prometámonos amor eterno y creámosle a quien nos vende felicidad sin
esfuerzo y bajo cualquier forma, líquida o sólida, tangible o virtual. Mientras
haya cuotas por pagar nuestros acreedores no nos dejarán morir; mientras nos
espere el postre podemos prolongar la comida; si el amor es para siempre,
vencerá a la muerte; si logramos quitar de nuestro cuerpo y de nuestra piel las
huellas del tiempo, habremos engañado a Cronos; si creemos en los gurúes de
turno, ellos nos darán la receta para cocinar perdices y ser felices hasta
nunca.
La
garantía de un final feliz nos arrebata del presente, que es donde las cosas
ocurren y piden participación, compromiso, esfuerzo, responsabilidad,
definición y nos transporta a un futuro venturoso. Pero no nos alcanza un final
feliz. Necesitamos muchos, porque después de cada uno la vida, empecinada,
vuelve a plantearnos sus preguntas a través de las experiencias cotidianas.
¿Cuál es el sentido de tu existencia? ¿Qué huella estás dejando? ¿Para qué
hacés lo que hacés? ¿Cómo vivís tus valores? ¿Qué aprendés de tus frustraciones
e imposibilidades? ¿Para qué te ocurre lo que te ocurre? Y suponiendo que hayas
concluido que nada tiene sentido (y por lo tanto te vas a sumergir en el final
feliz imaginario que más te guste), ¿harás algo para darle sentido al
sinsentido? Si la respuesta es afirmativa, lo que fuere debe hacerse en el
presente absoluto.
No
tengo nada contra los finales felices de la ficción, he disfrutado y disfruto
de muchos. Como dice Woody Allen en Hannah y sus hermanas, está bueno después
de todo dejar por un momento de hacerse preguntas que uno no puede responder y
está bueno disfrutar lo disfrutable mientras dure. Un final feliz dura lo que
dura. Después se encienden las luces de la sala, o se apaga el televisor, o se
cierra el libro. Y la vida continúa. Y nos pide que construyamos nuestra
historia de cada día, con sus más y sus menos, con dolores y alegrías reales,
con acciones y consecuencias. No se puede ir al cielo sin morir, decía el
psicoterapeuta Sheldon Kopp en Al encuentro de una vida propia. Los finales
felices ofrecen un atajo. Pero no nos liberan de hacer nuestro propio camino.
Sergio Sinay
Sergio Sinay
Juegos de palabras entre un esperanza y una cronopio
Él:
Fino-exilio-esquisito-susurro-meditar-perpetuo-clemencia-distante-sonrisa-singular.
En este exilio fino, esa sonrisa singular. En estos tiempos modernos, de clemencia distante y susurros perpetuos, pedimos escrúpulos olvidados entre meditaciones distantes que nos recuerdan detalles infalibles, palabras mágicas en esta vida exquisita, de objetividad olvidada. Y esos sueños dulces y penas amargas. ¿Vida agridulce?
Yo:
Alma-sutil-cielo-caracolear-espacio-plural-boreal-placer-tú-éxtasis
Tú, yo, vos, nosotros. La vida en un plural
colectivo. Con el éxtasis de la multitud nos zambullimos en este espacio
terrenal, en este presente no tan cielo ni tan tierra, no tan sutil ni tan vivo,
no tan vos ni tan yo, como este placer que matandonos nos revive y divide en pequeñas
fracciones de alma y polvo. Nos subimos,
nos vamos, nos escapamos volando entre auroras boreales y cuál caracoles
escondidos en su coraza esperamos el desenso sin piedad ni gloria. Sutilezas de
un mundo inentendido.
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