"Jesus waited THREE days to come back to life. It was perfect! If
he had only waited ONE day, a lot of people wouldn’t have even heard he died. They’d be all, “Hey Jesus, what up?” and Jesus would probably be like, “What up? I DIED yesterday!” and they’d be all, “Uhh, you look pretty alive to me, dude…” and then
Jesus would have to explain how he was resurrected, and how it
was a miracle, and the dude’d be like “Uhh okay, whatever you
say, bro…” And he’s not gonna come back on a SATURDAY. Everybody’s busy, doing chores, workin’ the loom, trimmin’ the beard, NO. He waited the perfect number of days, THREE. Plus
it’s SUNDAY, so everyone’s in church already, and they’re all in
there like “Oh no, Jesus is DEAD”, and then BAM! He bursts in the
back door, runnin’ up the aisle, everyone’s totally psyched, and FYI, that’s when he invented the high five. That’s why we wait three days to call a woman, because that’s how long Jesus wants us to wait…. True story"
Barney Stinson
sábado, 29 de diciembre de 2012
viernes, 28 de diciembre de 2012
viernes, 16 de noviembre de 2012
domingo, 21 de octubre de 2012
Son las 3 de la mañana y clara sigue dando vueltas entre las sábanas hasta que, de súbito y sin soportar más esos leves ataques de pánico que la dejan a la búsqueda desesperada de aire, se sienta y comienza a llorar. Clara escupe el llanto, vomita el llanto, grita el llanto. Se suena la nariz violentamente y tira los pañuelos con bronca al suelo. Hasta que se deja caer en el colchón agotada de llanto, exhalando llanto, temblando llanto. Y se hace un ovillo; se abraza a las rodillas y se aferra como si su vida dependiese de eso y es que su mundo se desmorona, ella se desmorona y se sostiene a si misma para no caer rota en pedazos. Se frota para sellar, al menos momentáneamente las rajaduras de su ser. Y así sobrevive noche tras noche hasta que logra, en algún suspiro, dejar ir tanto miedo, tanta bronca, tanta angustia; dejarse ir ella -porque lo sabe, a él nunca lo va a dejar ir-
martes, 16 de octubre de 2012
Hace un mes ya...
Hace ya tanto,
hace ya tan poco.
Y en el medio:
tantos miedos,
inseguridades,
planteos,
dudas,
recuerdos,
nuevas experiencias,
esperanzas,
especulaciones,
angustias,
y, por qué no, alegrías.
Hace un mes ya...
Hace ya tanto,
hace ya tan poco.
Sigue nuestra foto en la mesa,
tu remera de piyama,
tu muñeco en la cama.
Cadáveres vivientes
del amor que alguna vez
fue
es
será.
Hace un mes ya...
Hace ya tanto,
hace ya tan poco.
Pero algo es seguro:
jamás habrá un suficiente
para tanto olvido,
para tanto cierre.
lunes, 15 de octubre de 2012
Se dice de Mariana que, deprimida, es de buen beber. Pero no necesariamente se refieren a bebidas alcohólicas Salvo ciertos deslices, mariana se ahoga en agua. Ayer, sola, se tomó dos termos de mate, sin olvidarnos de su botellita de agua, compañera fiel e infaltable. Dice tener varias teorías sobre su comportamiento, algo así como las justificaciones que su inconsciente busca darle a su compulsiva manía:
El primero se basa en creer que de esta manera logrará disolver los nudos que se encuentran bien acomodados en su garganta, pecho y estómago.
La segunda, consideraba que Mariana lloraba demasiado y con tanta agua buscaba no deshidratarse.
La tercera, en contradicción con la anterior, establecía que mariana no lloraba lo suficiente y tomaba toda esa agua para poder llorar o al menos depurar su cuerpo de tanta angustia.
La cuarta, más romántica, creía que era la manera de mantener su boca
ocupada para que se abstenga de dar los besos que extraña.
La quinta, más poética, consideraba que era la manera de callarse tantas palabras confundidas.
La sexta, más oscura, constaba de creer que mariana buscaba llenar con tanta agua un poco de semejante vacío interior.
O quizás, simplemente tiene sed porque tiene sed y llora porque quiere llorar y se deprime porque esta triste.
Pero ¿no es un poco aburrido vivir por vivir?
El primero se basa en creer que de esta manera logrará disolver los nudos que se encuentran bien acomodados en su garganta, pecho y estómago.
La segunda, consideraba que Mariana lloraba demasiado y con tanta agua buscaba no deshidratarse.
La tercera, en contradicción con la anterior, establecía que mariana no lloraba lo suficiente y tomaba toda esa agua para poder llorar o al menos depurar su cuerpo de tanta angustia.
La cuarta, más romántica, creía que era la manera de mantener su boca
ocupada para que se abstenga de dar los besos que extraña.
La quinta, más poética, consideraba que era la manera de callarse tantas palabras confundidas.
La sexta, más oscura, constaba de creer que mariana buscaba llenar con tanta agua un poco de semejante vacío interior.
O quizás, simplemente tiene sed porque tiene sed y llora porque quiere llorar y se deprime porque esta triste.
Pero ¿no es un poco aburrido vivir por vivir?
sábado, 6 de octubre de 2012
¿Por qué leer poesía?
La poesía es un género literario conocido por muchos pero entendido por pocos. Para comenzar, a la poesía no hay necesariamente que entenderla; la poesía te entiende a vos. Se cuela por esos vacíos interiores y se acomoda a su gusto.
A mi parecer, habría que reformular la pregunta: ¿por qué no leer poesía?
Todos hemos tenido momentos en los que nuestros propios sentimientos nos superan, los pensamientos nos saturan y las decisiones nos acorralan. No conocí mejor remedio para tal enfermedad que un par de oraciones aleatorias de algún libro casual. Las palabras combinadas en sencillos versos nos acarician el alma; nos hacen sentir menos solos, más comprendidos. Son nuestras propias sensaciones puestas en las palabras que a nosotros se nos escapan.
Al humano la soledad lo aterra, la incomprensión también.
¿Por qué leer poesía?
Porque es la luz que ilumina el oscuro camino para entendernos y entender al mundo.
A mi parecer, habría que reformular la pregunta: ¿por qué no leer poesía?
Todos hemos tenido momentos en los que nuestros propios sentimientos nos superan, los pensamientos nos saturan y las decisiones nos acorralan. No conocí mejor remedio para tal enfermedad que un par de oraciones aleatorias de algún libro casual. Las palabras combinadas en sencillos versos nos acarician el alma; nos hacen sentir menos solos, más comprendidos. Son nuestras propias sensaciones puestas en las palabras que a nosotros se nos escapan.
Al humano la soledad lo aterra, la incomprensión también.
¿Por qué leer poesía?
Porque es la luz que ilumina el oscuro camino para entendernos y entender al mundo.
lunes, 24 de septiembre de 2012
La hescritora piensa que es divertido hacer de dios. Pero también agotador: lleva más de cinco horas mejorando su creación. Y aunque ya se ha tomado el whisky, se toma otro para celebrarlo. Sin duda, si hubiera tenido que crear el mundo entero, hubiera necesitado un montón de whisky. Tal vez fue eso lo que le pasó a Dios, con mayúsculas, piensa la hescritora. Debió marearse y si darse cuenta, no le salió tan perfecto como Él hubiera deseado. Sobre todo, si tuvo que crearlo en siete días. Ahora entiende por qué hay tantas injusticias, empezando por ella misma, que desearía amar a un hombre de carne y hueso y no lo encuentra.
domingo, 23 de septiembre de 2012
Él la ve; flechazo instantáneo, escalofrío en el cuerpo, estómago revuelto. Sentimientos encontrados.
Ella lo ve; siente una cosquilla, la ignora. Su mente vuela a kilómetros del lugar.
La noche pasa, las canciones pasan, los tragos pasan. Él, accidentalmente, la choca. Por primera vez ella no lo mira, lo ve. Sonríe. El juego empieza. El va y viene, el no-si-si-no, baile apretado, mente distante. Saben que no está bien, pero sus impulsos son más fuertes. Se buscan, se ignoran y se vuelven a buscar. Ella descarrila, él la frena. Ella se quiebra, él se desespera. ¿Qué hacer? ¿Que no hacer? Moral, códigos, Bien, Mal. Sus mentes adormecidas son un vertiginoso espiral de pensamientos, sensaciones e irracionalidades.
Pero la tentación es más fuerte y sus cuerpos colicionan en un beso violento; de bronca, de calentura, de angustias, de vacío, de necesidad. Se pegan, se separan y se siguen pegando al ritmo desesperado de sus cuerpos incomprendidos. Las pulsaciones se aceleran, las respiraciones son un nudo sin principio ni final. Y en medio de tan feroces instintos y de sensaciones tan nuevas, tan distintas (fielmente escoltadas por ansiedad y pánico) irrumpe la siempre, a nuestra costa, tercera en discordia -presente en cada acto de nuestra vida juzgándonos y martirizándonos- la mente.
A su pesar, se alejan. Una mirada alcanza para decir todo lo que el silencio no logre transmitir.
Él sale a tomar aire.
Ella prefiere quedarse a asfixiarse de gente y aturdirse de música.
Juntos en su conmoción y solos con su puñado de sentimientos, se pierden en la inmensidad de la noche y sus condenas (o redenciones?)
Ella lo ve; siente una cosquilla, la ignora. Su mente vuela a kilómetros del lugar.
La noche pasa, las canciones pasan, los tragos pasan. Él, accidentalmente, la choca. Por primera vez ella no lo mira, lo ve. Sonríe. El juego empieza. El va y viene, el no-si-si-no, baile apretado, mente distante. Saben que no está bien, pero sus impulsos son más fuertes. Se buscan, se ignoran y se vuelven a buscar. Ella descarrila, él la frena. Ella se quiebra, él se desespera. ¿Qué hacer? ¿Que no hacer? Moral, códigos, Bien, Mal. Sus mentes adormecidas son un vertiginoso espiral de pensamientos, sensaciones e irracionalidades.
Pero la tentación es más fuerte y sus cuerpos colicionan en un beso violento; de bronca, de calentura, de angustias, de vacío, de necesidad. Se pegan, se separan y se siguen pegando al ritmo desesperado de sus cuerpos incomprendidos. Las pulsaciones se aceleran, las respiraciones son un nudo sin principio ni final. Y en medio de tan feroces instintos y de sensaciones tan nuevas, tan distintas (fielmente escoltadas por ansiedad y pánico) irrumpe la siempre, a nuestra costa, tercera en discordia -presente en cada acto de nuestra vida juzgándonos y martirizándonos- la mente.
A su pesar, se alejan. Una mirada alcanza para decir todo lo que el silencio no logre transmitir.
Él sale a tomar aire.
Ella prefiere quedarse a asfixiarse de gente y aturdirse de música.
Juntos en su conmoción y solos con su puñado de sentimientos, se pierden en la inmensidad de la noche y sus condenas (o redenciones?)
Hoy exigo sueños dulces,
para espantar
dolores tan amargos.
Pero sólo tengo;
sábanas frías
para un cuerpo caliente
recuerdos idealizados
para una mente sedienta de olvido
miedos inseguros
para una personalidad ansiosa de renovación.
una vida en soledad
para otra, acostumbrada a la compañía.
¿Mi mundo?
Jamás tan frágil
Jamás tan fuerte
jueves, 13 de septiembre de 2012
P.: Name a wish, place it in your heart. Anything you want, everything you want.
L.: Do you have it? Good. Now believe it can come true. You never know when the next miracle can come from, the next smile, the next wish com true.
P.: But if you believe that it right around the corner. And you open your heart and mind to the possibility of it, to the certainty of it.
B.: You just may get the thing your are wishing for.
N.: The world is full of magic you just have to believe it. So make your wish. Do you have it?
H.: Good. Now believe in it with all you heart.
sábado, 1 de septiembre de 2012
Era una de esas tardes de domingo con sabor a mate lavado y restos de postre tardío, con la cabeza entre relajada por lo que fue y tensa por lo que se viene, que a Julián -ya a solas con el vacío de su departamento- le nació la irrefrenable necesidad de ir a un recital.
Porque él, ante el mínimo atisbo de monotonía, sinsentido, vacío y soledad, se le metía en la cama a la primera banda que se le cruzace en el camino. Era marido y amante de toda nota musical que le diese ritmo a su vida. Era así como, instantáneamente, se adentraba en la búsqueda de alguna presentación musical; los bares y teatros eran su salida más recurrente, pero los recitales de cancha eran su afición. Según él, la gente en los recitales se conectan con su escencia, son su versión más natural, protagonistas de cada letra, dueños de cada melodía que significó algo en su vida. No importa de dónde venís, ni a dónde vas, tu nombre ni tu apellido, están todos ahí con el mismo fin, con la misma expectativa. Son todos hermanos, gritándole al viento una parte de su ser. Y cuando prenden los encendedores, o celulares, se eriza cada pelo de su cuerpo... cada uno aportando una gota de luz a la oscuridad del mundo. Pero lo que Julián más disfruta, es cuando el cantante se vuelve director de orquesta y ellos y sus almas obedientes, sedientas de guía, se dejan llevar, dejando la vida en cada aullido. Se vuelven un coro de fuerza, que en esas tardes domingueras o en medio de insomnios que consumen, suenan en sus oídos como dosis de vida, recordándole la magnitud y el poder de la unión, la creencia y un par de notas musicales.
jueves, 9 de agosto de 2012
domingo, 22 de julio de 2012
Ya un mes, sin palabras
![]() |
"El peregrino es alguien que busca. Se pone en camino detrás de una esperanza. Cree que hay para él un lugar en el mundo. Y lo busca, aún sin saber bien qué es lo que lo empuja. O lo atre… Es un hombre que ama la vida y quiere vivirla con un para qué. Al ponerse en camino se expone a que el Dios de la vida le cambie el para qué de su existencia. Es un riesgo a la vez que lo desea, quizás también le teme. Por eso busca unirse a otros, para corajear…" 22-06-2012 |
miércoles, 11 de julio de 2012
¿Qué decir?
Hay hechos que escapan a nuestra lógica o entendimiento,
que por lo general nos parecen injustos, innecesarios,
por el simple hecho de que ni nuestra mente -ni nuestros
sentimientos- logran asimilar alguna razón
que justifique el vacío y la tristeza.
Habrá que consolarse pensando que por algo será, no?
Simplemente despedirse con un "hasta dentro de algún tiempo",
cerrar los ojos,
respirar hondo,
y en un suspiro que parece eterno, así como demasiado corto,
dejarte ir.
lunes, 9 de julio de 2012
"Portulinus y Blanca se han sentado, como siempre, bajo aquel
árbol para reincidir en un cierto diálogo dificultoso durante el cual él la
observa con apremio, refrenando la avidez en la punta de la lengua al hacerle
la pregunta que quema, ¿Nuestro árbol?, y experimentando un momentáneo alivio
al escuchar ratificar, Él árbol nuestro; ¿Tuyo y mío?; Tuyo y mío. ¿Tú y yo?,
Tú y yo; ¿Nosotros dos? Sí, amor mío, nosotros dos. La habilidad conciliatoria
del primer número par, el dos, repetido por ella día tras día bajo aquel mirto,
le devuelve a él tranquilidad (…). A él, el número dos le permite defenderse,
al menos durante el instante en que Blanca lo pronuncia, de esa insufrible
dualidad que se interpone como un hueco entre el cielo y la tierra, el
principio y el fin, el macho y la hembra, el árbol y la sombra, la pasión por
su esposa Blanca y la urgencia de escapar de su control."
-Delirio
Albert Camus once wrote, “Blessed are the hearts that can bend; they shall never be broken.”
But I wonder if there’s no breaking then there’s no healing, and if there’s no healing then there’s no learning. And if there’s no learning then there’s no struggle. But the struggle is a part of life.
So must all hearts be broken?
Lucas Scott
Albert Camus once wrote, “Blessed are the hearts that can bend; they shall never be broken.”
But I wonder if there’s no breaking then there’s no healing, and if there’s no healing then there’s no learning. And if there’s no learning then there’s no struggle. But the struggle is a part of life.
Parafraseando a un pibe en el bondi
“Cuando entro a la clase, todo cambia, me chupa la energía. Es como que ni bien nos sentamos en las sillas, cada uno adopta un rol de mierda. Se crea un clima horrible, incómodo. Es como si cada uno tuviese que cumplir con su papel, haciendo comentarios ácidos, creando una atmósfera desagradable. Te digo más, se me van las ganas de ir al colegio, es ir a pasarla mal. Me cansa tener que actuar así, es agotador y horrible hacer cosas que no son propias de uno, que el ambiente te fuerce y te lleve a ser alguien quién no sos.”
Y después hablamos de bullying…
Una
pregunta acompaña nuestros sueños, proyectos, encrucijadas, crisis y
experiencias de todo tipo: ¿cómo va a terminar esto? Confiamos, tememos, nos
entusiasmamos, dudamos, pero no podemos adelantar la respuesta. Hay que esperar
hasta el final. Cuando las cosas terminan bien solemos decir ¡yo sabía! ¿Pero
de veras lo sabíamos? Nunca se sabe. ¿Por qué nos preocupa conocer el final?
Porque sabemos cómo termina la vida: con nuestra muerte. Y esta certeza nos
impulsa a buscar garantías para el mientras tanto. Que nos digan que
reencarnaremos como reyes o reinas, que nos espera el paraíso, que hay otra
vida y es eterna, o que se descubrió la droga de la inmortalidad. Pedir y soñar
no cuesta nada, pero en el fondo sabemos que ese final no cambiará.
¿Qué
hacer, entonces? Cambiemos los finales que podemos. Contémonos historias con
finales felices. Dejemos el postre para lo último, compremos lo que sea en 60
cuotas, prometámonos amor eterno y creámosle a quien nos vende felicidad sin
esfuerzo y bajo cualquier forma, líquida o sólida, tangible o virtual. Mientras
haya cuotas por pagar nuestros acreedores no nos dejarán morir; mientras nos
espere el postre podemos prolongar la comida; si el amor es para siempre,
vencerá a la muerte; si logramos quitar de nuestro cuerpo y de nuestra piel las
huellas del tiempo, habremos engañado a Cronos; si creemos en los gurúes de
turno, ellos nos darán la receta para cocinar perdices y ser felices hasta
nunca.
La
garantía de un final feliz nos arrebata del presente, que es donde las cosas
ocurren y piden participación, compromiso, esfuerzo, responsabilidad,
definición y nos transporta a un futuro venturoso. Pero no nos alcanza un final
feliz. Necesitamos muchos, porque después de cada uno la vida, empecinada,
vuelve a plantearnos sus preguntas a través de las experiencias cotidianas.
¿Cuál es el sentido de tu existencia? ¿Qué huella estás dejando? ¿Para qué
hacés lo que hacés? ¿Cómo vivís tus valores? ¿Qué aprendés de tus frustraciones
e imposibilidades? ¿Para qué te ocurre lo que te ocurre? Y suponiendo que hayas
concluido que nada tiene sentido (y por lo tanto te vas a sumergir en el final
feliz imaginario que más te guste), ¿harás algo para darle sentido al
sinsentido? Si la respuesta es afirmativa, lo que fuere debe hacerse en el
presente absoluto.
No
tengo nada contra los finales felices de la ficción, he disfrutado y disfruto
de muchos. Como dice Woody Allen en Hannah y sus hermanas, está bueno después
de todo dejar por un momento de hacerse preguntas que uno no puede responder y
está bueno disfrutar lo disfrutable mientras dure. Un final feliz dura lo que
dura. Después se encienden las luces de la sala, o se apaga el televisor, o se
cierra el libro. Y la vida continúa. Y nos pide que construyamos nuestra
historia de cada día, con sus más y sus menos, con dolores y alegrías reales,
con acciones y consecuencias. No se puede ir al cielo sin morir, decía el
psicoterapeuta Sheldon Kopp en Al encuentro de una vida propia. Los finales
felices ofrecen un atajo. Pero no nos liberan de hacer nuestro propio camino.
Sergio Sinay
Sergio Sinay
Juegos de palabras entre un esperanza y una cronopio
Él:
Fino-exilio-esquisito-susurro-meditar-perpetuo-clemencia-distante-sonrisa-singular.
En este exilio fino, esa sonrisa singular. En estos tiempos modernos, de clemencia distante y susurros perpetuos, pedimos escrúpulos olvidados entre meditaciones distantes que nos recuerdan detalles infalibles, palabras mágicas en esta vida exquisita, de objetividad olvidada. Y esos sueños dulces y penas amargas. ¿Vida agridulce?
Yo:
Alma-sutil-cielo-caracolear-espacio-plural-boreal-placer-tú-éxtasis
Tú, yo, vos, nosotros. La vida en un plural
colectivo. Con el éxtasis de la multitud nos zambullimos en este espacio
terrenal, en este presente no tan cielo ni tan tierra, no tan sutil ni tan vivo,
no tan vos ni tan yo, como este placer que matandonos nos revive y divide en pequeñas
fracciones de alma y polvo. Nos subimos,
nos vamos, nos escapamos volando entre auroras boreales y cuál caracoles
escondidos en su coraza esperamos el desenso sin piedad ni gloria. Sutilezas de
un mundo inentendido.
jueves, 31 de mayo de 2012
domingo, 27 de mayo de 2012
"It´s us against the world"
Ella era una soñadora, él un idealista. Y sin buscarse se encontraron, desafiando a su mayor cómplice: la vida. Hasta que solos se enroscaron en el espiral de los pensamientos; los ideales se transformaron en cuestionamientos y los sueños en pesadillas vertiginosamente racionales. Comenzaron a adolecer a la par, compartiendo las lágrimas que resbalan por sus labios vírgenes de mundo, haciéndose compañía en la soledad de la incomprensión, potenciando la caída al vacío y esperando juntos el impacto.
Masoquismo: la droga del adolescente.
Masoquismo: la droga del adolescente.
No importaba el volumen de la música, ni la oscuridad del cuarto, ni la violencia de los cuerpos, los ecos de preguntas seguían penetrando sus desamparadas mentes ansiosas de respuestas.
Y de la mano -inconscientes, ajenos, seguros- se van perdiendo en el eterno laberinto del silencio, se consumen en la pasión incomprensible de la vida.
Hay amores asesinos, y los hay, suicidas.
domingo, 6 de mayo de 2012
"Francie salió exaltada de su primera clase de química. En una hora descubrió que todo estaba compuesto de átomos en movimiento continuo. Asimiló la idea de que nunca nada se pierde ni se destruye. Incluso si algo se quemase o se pudriera, no desaparecería de la faz de la tierra, sino que se convertiría en otra cosa: gases, líquidos y polvos. Francie llegó a la conclusión de que, según la química, todo vibraba de vida y no existía la muerte. Le intrigaba el porqué los hombres de ciencia no adoptaban la química como religión."
"Un árbol crece en Brooklin"-
"Boquitas pintadas" inspira...
A las ocho apagaron las luces. Y en medio de la oscuridad, sus sollozos. No tardé en unirme a ese ritual nocturno que nos persigue y nos desahoga. La noche es la peor compañera de la soledad. El silencio de lugar a los planteos que durante el día aplacan con sonidos, imágenes y quehaceres. En el momento en el que recordamos que los sueños y esperanzas quedan del otro lado de las rejas, los escudos flaquean y las fuerzas se esfuman. Pero esta noche la charla tuvo un aditivo inesperado: hombres, amor, sexo. Y hoy, estos cuerpos fríos de caricias, extrañan el calor del cariño, la tibieza de los sentidos, la magia del roce de las pieles hirviendo sobre una cama simple.
Sus brazos me rodean, nuestra desnudez es absoluta. Solo respiramos; inhalamos confusión, exhalamos resignación, necesidad. Nuestros dedos húmedos, la excitación omnipresente. Caricias torpes, besos en el cuello indecisos. Mejor no pensar, solo sentir. Sentir ese pecho a pecho, esa transpiración caliente en aquel ambiente helado. Nos reencontramos envueltas en un mundo de sentimientos y sensaciones tan viejas como nuevas. La adrenalina y el cansancio nos acalambraban los miembros, pero la freneticidad ya era imparable y los jadeos empezaban a adueñarse del silencio. La cabeza nos lato, la respiración nos vibra, el cuerpo nos tiembla. Hasta que a destiempo pero en simultáneo, nos encojemos, nos arqueamos, nos sacudimos. El aliento amargo, las lágrimas saladas, el placer dulce; todo era parte de lo mismo. En ese lapso de cinco segundos, logramos despejar en absoluto nuestras mentes intoxicadas y las aceleradas pulsaciones nos recordaron que adentro nuestro aún hay vida, que la satisfacción todavía existe y que la lucha, de a dos, siempre es más fácil.
Sus brazos me rodean, nuestra desnudez es absoluta. Solo respiramos; inhalamos confusión, exhalamos resignación, necesidad. Nuestros dedos húmedos, la excitación omnipresente. Caricias torpes, besos en el cuello indecisos. Mejor no pensar, solo sentir. Sentir ese pecho a pecho, esa transpiración caliente en aquel ambiente helado. Nos reencontramos envueltas en un mundo de sentimientos y sensaciones tan viejas como nuevas. La adrenalina y el cansancio nos acalambraban los miembros, pero la freneticidad ya era imparable y los jadeos empezaban a adueñarse del silencio. La cabeza nos lato, la respiración nos vibra, el cuerpo nos tiembla. Hasta que a destiempo pero en simultáneo, nos encojemos, nos arqueamos, nos sacudimos. El aliento amargo, las lágrimas saladas, el placer dulce; todo era parte de lo mismo. En ese lapso de cinco segundos, logramos despejar en absoluto nuestras mentes intoxicadas y las aceleradas pulsaciones nos recordaron que adentro nuestro aún hay vida, que la satisfacción todavía existe y que la lucha, de a dos, siempre es más fácil.
martes, 10 de abril de 2012
1 segundo
En Israel, Kira está dando a luz a su hijo.
Y la abuela Carolina exhala su último suspiro en República Dominicana.
Mientras que a James le comunican su despido en Escocia, Carlinhos, unos de los tantos miembros de las Favellas brasilaeras, acaba de quedar como empleado en McDonald´s de entre 15 personas.
En Sydney, Australia, Juliet invirtió 10000 dólares en su cuarta inseminación artificial.
María, en Sudáfrica, está abortando por 3ra vez.
En un tribunal de Moskú, una pareja observa a sus hijos llorar en el estrado en una disputa por divorcio.
A 900 km en Paris, André jura amor, respeto y fidelidad ante el altar, su novia y el sacerdote.
Juan dispara su obligado y mortal tiro allá por Nueva Dehli, mientras en Capital Federal, Buenos Aires, Argentina, Matías se está tirando de un quinto piso, agradecido de ser la última injusticia en este poblado segundo de contradicciones que lo supera, lo redime y, finalmente, lo borra.
Crema del cielo
Sentados en el banco de la heladería, Héctor observa a sus dos hijos tomar helado y no puede evitar preguntarles:
-¿Por qué será que tanto a ustedes, como a tantos otros chicos de su edad, les encanta esa artificialidad de “crema del cielo”?-
-Es que la hacen los ángeles papá!- responde el de 7
-Y viene de entre las nubes!- concluye el de 8.
Me rompo, me quiebro, me desarmo y disuelvo entre manos ausentes. Tropiezo y desciendo. Es un caer eterno, sin fondo. Ninguna señal de fin, invisibles esperanzas de subir, de renacer. Desesperada sensación de encierro, de angustia, de irremediabilidad; la tormentosa rutina de la depresión ¿qué hacer? ¿qué NO hacer? Guías falsos, indicaciones confusas y yo que sigo decayendo entre recuerdos, lágrimas y deseos prometedores de sueños cumplibles. Acaso no es eso aún peor que los imposibles? La certeza de la posibilidad a precio de nuestro único esfuerzo, nos presiona hasta imposibilitarnos movimiento alguno. Nos dejamos caer como triste inercia de todo lo que sucede a nuestro alrededor. No hay más lucha, sólo esperamos el inevitable final; ese excitante choque que nos de el empujón de subida. Nos rendimos a revolcarnos dentro de estas broncas manchadas de frustraciones interminables. De golpe aparece una mano salvadora, un haz de luz… salvador? Salimos a la luz, nos recomponemos, juntamos nuestras piezas y nos abrazamos para no caer. No nos atan más que tanzas imperceptibles de un viejo y gastado disfraz, pero seguimos.
Tarea pendiente: tocar fondo.
Corriendo en medio de un laberinto interminable, me asalta la idea de asomarme al peligroso abismo de la curiosidad.
Y no puedo evitar preguntarme, en qué consisten los límites que guían a las relaciones humanas;
de la amistad al amor, un solo paso?
dónde se acaba el amor y comienza el resentimiento?
del perdón al olvido, una palabra?
No hay carteles que nos adviertan el cruce de esas barreras invisibles. Acaso el corazón las presiente? O la razón las reprime?
He aquí el mayor obstáculo humano: su cerebro.
Hacer o decir?
Pensar o sentir?
“ … Como venía diciendo, yo no creo que Dios haya creado al humano al 7mo día. Para mi Dios creó al hombre una noche, una de esas donde la soledad se hace sentir por cada rincón de la tortuosa mente, del vacío espíritu. Fue ahí cuando nos concibió. Pero Él se dio cuenta que eso no bastaba, ya que al hombre no le era suficiente con Su compañía; en esas noches la soledad asaltaba a su cuerpo frío de caricias, hielo desconocido para su creador. Fue entonces que Dios creó a la mujer, para apaciguar el frío corporal de su compañero. Y sin que Dios se de cuenta, entre risas y descubrimientos, ellos inventaron el amor. Y poco a poco dejaron de necesitarlo a Él; teniéndose el uno al otro incondicionalmente, qué más podían pedir?
Ante semejante insurrección, enojado, Dios le dio un hijo a la mujer. El hombre no pudo soportar tener que compartir el amor de su hembra y decidió ponerle fin a la vida del desplazante. Claro que el hombre no contó con el dolor desgarrador de la madre, el cual, progresivamente se fue transformando en rencor y este rencor en distanciamiento entre ellos. Y así nació el desamor, esa soledad con sabor a nostalgia amarga y cruel. Satisfecho con su obra, Dios consiguió ser el único consuelo de tan deprimente y perdido humano, cuando en medio de tan cruel oscuridad no hay voz ni cuerpo que aplaque tan vacía soledad, concurrida de recuerdos idealizados y desilusiones disfrazadas.”
Son las 4 a .m. y el hombre decide cerrar el libro (fiel compañero en noches como las recién leídas/descriptas) y no puede más que sonreír frente a la tendencia humana de culpar a lo sobrenatural por sus desdichas, sus miedos, sus dudas y sus locuras.
Hay recuerdos
Y recuerdos.
Como hay vidas
Y vidas.
Hay recuerdos que marcan-impregnan una vida
Y hay vidas que perduran en recuerdos.
Hay vidas de recuerdo, vidas para el recuerdo,
Vidas que recuerdan vidas.
Y hay recuerdos vivos, recuerdos recurrentes,
Recuerdos vivientes.
La vida es una caja de recuerdos.
La vida son recuerdos.
Los recuerdos son la vida (o son vidas?)
Vivir. Recordar. Vivir.
Alguien me recuerda.
Pero acá la pregunta es:
Hay que recordar vivir o vivir recordando?
Y esto es así, desaparezco y reaparezco cuando me place.
Pero hoy me tomé el tiempo, para darte tiempo.
Y será porque vengo viviendo de todo...
Analicemos la última semana: sábado, puerto de frutos, hermosa mateada con un amigo y su viejo, de ahí a ver Kevin Johansen gratarola al planetario, conocer dos personas 7 años mayores de lo más copados, cenar en lo de una de ellas en la casa más copada que conocí y vivir una noche de lo más flashera. Domingo recibo a mi hermoso i Pod y paso la mañana más tranquila de mi vida. A la tarde río con Luchito y Ninu, después misa y después cena con papá y una hermosa peli. Lunes, club de lo más divertido y corona una super fondue de chocolate con las chicas. El martes termino yendo a ver a los Foo Fighters de arriba con mi bombón y el resto, in cre íble. Y el miércoles, después de una mañanita light, a internarme 4 días al Marín y pasarla increíble y volver con ganas de amar y ayudar a todos.
Después de un conjunto de días así, volver a la normalidad, CUESTA.
Pero hoy me tomé el tiempo, para darte tiempo.
Y será porque vengo viviendo de todo...
Analicemos la última semana: sábado, puerto de frutos, hermosa mateada con un amigo y su viejo, de ahí a ver Kevin Johansen gratarola al planetario, conocer dos personas 7 años mayores de lo más copados, cenar en lo de una de ellas en la casa más copada que conocí y vivir una noche de lo más flashera. Domingo recibo a mi hermoso i Pod y paso la mañana más tranquila de mi vida. A la tarde río con Luchito y Ninu, después misa y después cena con papá y una hermosa peli. Lunes, club de lo más divertido y corona una super fondue de chocolate con las chicas. El martes termino yendo a ver a los Foo Fighters de arriba con mi bombón y el resto, in cre íble. Y el miércoles, después de una mañanita light, a internarme 4 días al Marín y pasarla increíble y volver con ganas de amar y ayudar a todos.
Después de un conjunto de días así, volver a la normalidad, CUESTA.
miércoles, 29 de febrero de 2012
Y si, llegó el día en el que nos despedimos de vos, vacaciones de verano. Y, como siempre, me ataca esa sensación contradictoria de sentir que te fuiste volando y a la vez que pasaron mil cosas. No fuiste un verano más, claramente. Me hiciste pasar días icnreíbles y días espantosos. Me diste playa, montaña, ríos, mar, ciudad, calor, frío, salidas, soledad, nuevas amistades, nuevo look, nuevos pensamientos, nuevas metas noches mágicas, noches bizarras, días interminables, días cortísimos; enojos, frustraciones-alegrías, esperanza.
Fueron tres meses de mucho aprendizaje conmigo misma, de ponerme a prueba. Y todavía todo lo que falta! El tiempo dirá cómo pasé la prueba, si es que alguna vez nos enfrentamos a una. Por ahora, simplemente me despido por unos meses, para encontrarnos en las vacaciones que viene con los mil y un cambios que me esperan.
jueves, 26 de enero de 2012
sábado, 21 de enero de 2012
At this moment there are 6.470.818.671 people in the world. Some, are running scared. Some, are coming home.
Some tell lies to make it through the day. Others, are just facing the truth. Some are evil men, at war with good. And
some are good, struggeling with evil. Six billion pepole on the world, six billion souls. And sometimes, all you need is
ONE.
Some tell lies to make it through the day. Others, are just facing the truth. Some are evil men, at war with good. And
some are good, struggeling with evil. Six billion pepole on the world, six billion souls. And sometimes, all you need is
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