Un amigo susurra a mi oído:
“solo creé, solo creé”
Una pluma susurra a mi piel:
“solo sentí, solo sentí”
Una flor susurra a mis sentidos:
“solo viví, solo viví”
Y en medio de un
silencio
tan concurrido de
susurros,
yo simplemente pienso;
Solo, nada.
Juntos, todo.
