domingo, 6 de mayo de 2012

"Francie salió exaltada de su primera clase de química. En una hora descubrió que todo estaba compuesto de átomos en movimiento continuo. Asimiló la idea de que nunca nada se pierde ni se destruye. Incluso si algo se quemase o se pudriera, no desaparecería de la faz de la tierra, sino que se convertiría en otra cosa: gases, líquidos y polvos. Francie llegó a la conclusión de que, según la química, todo vibraba de vida y no existía la muerte. Le intrigaba el porqué los hombres de ciencia no adoptaban la química como religión."

"Un árbol crece en Brooklin"-