Cuando estés triste. Cuando te sientas solo. Cuando nada tenga sentido. Cuando no entiendas qué se supone que tenés que hacer de tu vida. Salí y enfrentate a un temporal. Cerrá los ojos y sentí cómo el viento te cachetea, cómo se mete en tu cuerpo y te hace vibrar de vida. Cómo logra hacerte sentir cada miembro. La forma en que te recuerda la fuerza y el poder de la naturaleza. El viento nos despierta, nos zamarrea de nuestra cotidiana existencia y nos grita "Ey! Qué te pasa? No te das cuenta lo mágico, lo majestuoso de estar vivo?". Creo que eso quería decirnos esta vieja canción de Disney. El viento nos invita a descubrir colores en él y salir a pintar el mundo. Seamos pinceles, mamarrachiemos... Después de todo, no es la vida un único boceto?
sábado, 15 de febrero de 2014
Haciendo amor
Amor es tu piel sudada pegada a la mía.
Amor es la fugacidad de una caricia, es fugarnos en caricias.
Amor es sentirte dentro.
Amor es nuestro movimiento frenético, vicioso.
Amor es tu forma de mirarme, aún con los ojos cerrados.
Amor es tu boca recorriendo la cartografía de mi cuerpo.
Amor sos vos buscando mi placer.
Amor soy yo encontrando el tuyo.
Amor es la respiración agitada que se escapa de a bocanadas por la ranura de nuestra sonrisa.
Amor son los gemidos que atraviesan la muralla de tus dientes apretados.
Amor es tu cuerpo temblando goce.
Amor es tu humanidad desplomada sobre la mía.
Amor sos vos en ese momento de rendición, de vulnerabilidad; entregado, extasiado.
Amor es la satisfacción de sentirte mío.
Amor es la seguridad de saberme tuya.
Amor es mi cabeza hundida en tu pecho, navegando las cavidades del tiempo al compás de tus respiraciones.
Amor son tus brazos rodeándome, protegiéndome,
Amor es sentirme inmune al exterior.
Amor somos nosotros dormitando enredados entre las sábanas, enredados en sueños, enredados en mimos, en risas.
Amor es esto y mucho más.
Pero sin amor, no son más que dos cuerpos sedientos, acortando camino en la búsqueda del placer individual.
Reflexiones de bondi
Veo un tipo grande. Veo fragilidad. Veo vejez. Veo una alianza. Una alianza que resbala por un dedo que solía ser fuerte, resistente. Veo amor. Amor que, pese a las décadas sobrevividas, se mantiene, se honra, se respeta, se añora, se defiende. Veo ese dedo que flaquea, esa alianza que hoy le queda grande. Y es que ya a esa edad la vida le queda grande (O es él demasiado grande para la vida? Vaya uno a saber). Vi emoción. Emoción mía. Admiración quizás. Y hasta un poco de miedo... ¿Encontraré a alguien con quien compartir una vida de obstáculos? ¿Alguien con quién llegar a esa edad pasada de moda? ¿Alguien que no le importe que sus dedos no puedan más con ella, él cargue con la alianza igual y me de la mano en una plaza cual incursionistas adolescentes del amor?
Ay soledad soledad, cómo te gusta hacernos temblar!
viernes, 31 de enero de 2014
Atardeciendo en la 40
Que hipnotizante
mística
adictiva que sos
ruta.
No voy ni vengo,
ni soy ni fui ni seré.
Estoy
en ningún lado,
en todos;
Acá y un poco
allá.
Llenándome de inmensidad
de diversidad.
Me regalás paisajes
que pintan mi
alma
y la expanden
y la desesperan
por no ser capaz de retener
la belleza de esa imagen.
La eterna dicotomía
del momento
entre
intenso
y
estático.
La música,
el mate,
un libro,
una charla...
¡Todo es tan distinto
cuando es con vos
ruta!
mística
adictiva que sos
ruta.
No voy ni vengo,
ni soy ni fui ni seré.
Estoy
en ningún lado,
en todos;
Acá y un poco
allá.
Llenándome de inmensidad
de diversidad.
Me regalás paisajes
que pintan mi
alma
y la expanden
y la desesperan
por no ser capaz de retener
la belleza de esa imagen.
La eterna dicotomía
del momento
entre
intenso
y
estático.
La música,
el mate,
un libro,
una charla...
¡Todo es tan distinto
cuando es con vos
ruta!
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