miércoles, 29 de febrero de 2012

Y si, llegó el día en el que nos despedimos de vos, vacaciones de verano. Y, como siempre, me ataca esa sensación contradictoria de sentir que te fuiste volando y a la vez que pasaron mil cosas. No fuiste un verano más, claramente. Me hiciste pasar días icnreíbles y días espantosos. Me diste playa, montaña, ríos, mar, ciudad, calor, frío, salidas, soledad, nuevas amistades, nuevo look, nuevos pensamientos, nuevas metas noches mágicas, noches bizarras, días interminables, días cortísimos; enojos, frustraciones-alegrías, esperanza.

Fueron tres meses de mucho aprendizaje conmigo misma, de ponerme a prueba. Y todavía todo lo que falta! El tiempo dirá cómo pasé la prueba, si es que alguna vez nos enfrentamos a una. Por ahora, simplemente me despido por unos meses, para encontrarnos en las vacaciones que viene con los mil y un cambios que me esperan.
No se trata de no poder, si no del no querer.

En el fondo, todos sabemos que podemos, el problema radica en cuando nos falta esa persona que nos lo recuerda.